Mi Tributo A Los Ojos de mi Princesa
Ofrecer mi gratitud total a Dios y a la vida por poner en mi camino a Carlos Cuauhtémoc Sánchez con su potente novela Los Ojos de mi Princesa, el presente escrito es mi tributo personal a tal magnífico mundo, gracias…
Pero contemplarte me llenaba…superarme por ti…Verme bien y dar mi mejor sonrisa ponerla en un hermoso lazo y regalártela…planear con días de anticipación la manera en que te saludaría…tocar madera una y mil veces para tener la valentía de actuar calmada y preguntarte qué tal…fuiste mi Sheccid...Esa fuerza motivadora...Esos espejismos disfrazados de luces…ese motivo que me impulso a intentarlo una y mil veces…
Fue tan hermoso que no quise catalogarlo en ningún sentimiento que ya existiera...Cree mi propio mundo, bañado y ordenado por tu sola ontología…por todo aquello que representaste en mi… temblé aquella vez que fuiste tan amable...Lloré ese miércoles que no me saludaste…pero sobre todo fui tan feliz cuando caminé junto a ti…
Cada noche te pensaba tanto con la ilusión…si ilusión...De que mi energía te llenara, de que tus sueños fueran hermosos…buscaba debajo de cada pétalo, entre las líneas más borrosas de cualquier canción y hasta en las letritas de los fideos; tu esencia…
Quise darte tanto, porque eras tú...mi alma te escribió millones de poemas, mis amigas...a las que amo…me comprendieron, supieron escucharme, estuvieron conmigo en los momentos de delirio…. Su confianza fue admirable, estuvieron ahí para hablar lo que muchos por delicadeza hubieran callado…
La realidad no fue mi apoyo, sino mi Dios…mi visión se amplio y ya no fueron más tus ojos mi faro, opté por confiar en mi…
Ya eres parte de algo llamado mi historia…Marcaste los días más intensos, excitantes y hermosos en mi transición de niña a mujer...días llenos de presión, estudio y una meta que nos unió a todos…
Queda desearte mi Sheccid…que seas feliz, que siempre sonrías, que logres escoger, perseguir, aferrarte y llenarte de eso que amas hacer…que te cuides de otras Sheccids….que disfrutes con cada experiencia y te nutras de aprendizajes…
No hay frutos de rencor hacia ti, gracias por llenarme de fuerza en días en que encontrar algo que me impulsara a superarme era transcendental…